“Esto es cumplir el sueño de toda mi vida”, dijo Mariano Hood, el subcapitán del equipo argentino flamante campeón de Copa Davis, quien ayer volvió a Cipolletti a mostrarles la Ensaladera de Plata a los chicos del club, que ahora sueñan, como él alguna vez, con la gloria máxima.
“Me emociono porque volver al club con la Copa es increíble. Era mucha la presión encima de todos nosotros. Argentina jugaba su quinta final y todo eso nos llegaba”, dijo con los ojos brillosos.
Aún en la nube que significa tanta repercusión popular para un deporte totalmente individualista, el subcapitán argentino reconoció que la inclusión fue en gran parte la receta del éxito. Junto al capitán Daniel Orsanic hace dos años que decidieron confiar en los entrenadores y preparadores de todos los jugadores.
“Los sorprendió a todos, pero ahora se disfruta el doble porque todos formamos parte”, explicó y contó una anécdota sobre Juan Martín del Potro: “Durante el partido no hay que decirle nada, pero en la previa no podés fallarle ni encordando la raqueta. Es un crack único”.
Ya se piensa en Italia
Pasó la euforia, manos a la obra
La euforia de la consagración ya empieza a dejar paso a la planificación. Por eso el martes, en la entrega de los premios Olimpia, todos, cuerpo técnico y jugadores, se reunirán nuevamente para comenzar a delinear la puesta a punto con visitas al choque con Italia, en febrero en Buenos Aires. “Todo es un muy vertiginoso. Pero ahora queremos que los jugadores descansen y concentren en sus carreras. Vamos a estar cerca de sus pretemporadas”, dijo Hood.
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